La obscuridad se me echaba encima,
mientras rechinaba mi cama
en los sobresaltos involuntarios
así pase la noche en vela, hasta
que entro la luz de la luna
Se movían las cortinas al paso del viento,
de esas veces que nos da por vivir
hacia afuera,
cuando no podemos vivir en el vacío interior
Y nos viene la gana de atiburnarnos de
trozos del ayer,
quise detenerlos en mis manos
la humedad era engañosa ,
se deslizaba entre mis dedos
y la lluvia sobre mis mejillas
no existía poder que la detuviera
…quizás, sólo quizás
se gastó con el uso , tenía que correr,
buscó su libertad
ya no podía estar , vivía hacia adentro
y su exterior no era mío
¡ya era ajeno!
Sentí como se deslizaba por mis dedos,
sólo fluía …ni poder detener
de todos modos lleva su camino
y sólo sabe dónde desembocar.
nada se puede cambiar
…yo he cambiado y todo ha cambiado
Me reconcilié con mi alma
la hice más grande y fuerte
¡la curé!
y la alimentaré antes que
escuchar el estómago y mi cabeza…