Me puse a pescar estrellas
en el patio de mi casa,
para ver cómo destellan,
y saber cómo se apagan.
Me puse a pescar estrellas
en el patio de mi abuelo,
no tuve que usar la cuerda,
la carnada ni el anzuelo.
Me puse a pescar estrellas
de forma no imaginada,
y las atrapé a todas ellas
en el brillo de mi mirada.
Alejandro J. Díaz Valero