Carlos Roman Ramirez

LA ENTREGA INFINITA

Así te veo, descarnada,

de cielo y tierra desprendida,

¡cuánto amo el palpitar

de tus labios en rojiazul

..........amoratada!

Así te veo en lánguido avatar,

en tragaluces difundida,

arrebatada del extravío

de tu propia vida.

 

No sé palabras para expresar

cuánto se ama ni rezo

para recobrar lo que se quiere

ni atar lazo para morir

con lo que muere......

 

Mas, si fuese mi sangre preferida

para regar el huerto de rosas

en tu silente morada,

provócame la herida

 antes de sentir tu partida y muera yo

por la sangre derramada.