Parte II
Al pasar los días fue creciendo lo bonito de ellos
Pero aun no se atrevían decirlo ninguno de los dos
Era necesario hablarlo, ya las cartas no bastaban, no
Se precisaba de ese encuentro que colocara un sello
Una mañana soleada, de un día perfecto para todo
Jesus Monto en su corcel y cabalgo hasta su dama
La encontró de inmediato, el desesperado estaba
Por poder disfrutar de cerca, su bella sonrisa y sus ojos
Aquel lugar retirado de la ciudad, con lluvia y frío
Hizo un momento perfecto para degustar doblemente
De la presencia hermosa de su dama solemne
Y de un vino que entre palabras y palabras se hizo exquisito
Entre tantas palabras y gustosa ambas presencias
Las palabras a expresar el sentir se olvidaron
En el disfrute Cautivos de lo bien que la pasaron
Jesus se dejo llevar por el derroche de su esencia
Al despedirse en la puerta del castillo de su dama
Agradecidos quedaron por tan hermosa velada
Quedando ambas almas sin querer en suspiros atrapadas
Y sin decir lo preciso de decir, sino palabras escasas
Cada alma, cada mente se fue inundada de palabras
Palabras bellas, palabras hermosas, palabras enamoradas
Frases dicen en su mente, hasta luego mi bella amada
Hasta luego hombre exagerado en el verbo, siempre estoy alagada