Sabes
Mi espalda es una vena –a punto-
de escupir mis manos
en un pantano de clavos
vociferando ser, la alquímica prueba.
No me entiendes
yo lo que hago es desnudar
mi realidad, para vestirme
de esta calma indescifrable
/dónde/ me es permitido existir.
Y tenía miedo de morir
cuando mi Celeste
es la unción del amor
bautizando mi penitencia.
Ahora que la oruga
es una niña meciendo
su alma en la tristeza
por amar sin adjetivos
/disfraza su rostro/
en la sombra del pasado
-Omnipresente-
Porque enfermé y tú no estabas
Para llenar de mentiras
Mi frente acostumbrada
A inclinarse ante esa fiebre
De ser una pena en cada etapa
De un cuerpo arrastrándose
En los vicios insomnes
De un relojero.
No me entiendes y lo sé
Lo que hago es gritar
Mis arterias
En las contraportadas
De libros cerrados
A símbolos acariciando
El paralelismo del viento.
Y lo único
Lo último
Que me ha sido dado
-Para llamarte-
Es decirte que te quiero
En esta membrana
Mariposa nocturna
Siendo Celeste luz
En el criptograma
Llorando eufemismos
Para quererte
Y me entiendas
Este placebo
De mi metafórico delirio.