Oh! que agradable sensación
estoy perdida entre sus rizos,
entre sus ojos color miel,
entre todas sus palabras
que demuestran sensatez,
de su risa espontanea,
de su oculta mirada,
de su tierno angel
cuando voy descubriendo
que no es tan angel,
bella dama que atormenta
sin medida mis nervios,
que con sus besos
conquista mis momentos,
eriza mi cuerpo
y con mucho miedo
se apropia de cada pensamiento.