Solo bastaron dos letras
para derribar a un hombre,
las dos letras mas letales
que un sable atravesando el corazón.
Dos simples letras fáciles
de decir pero difícil de aceptar.
dos miserables letras
que me tienen ahogado en este bar.
Malditas letras debería
borradas de mi existir,
con solo su pronunciación
no me han dejado vivir.
Porque tenias que decirlas tu,
el mismo día que te confesé mi amor,
sin escusas, sin pensarlo, fríamente
dijiste: “No” y destrozado aun estoy.