Cuando llegue al mar iré corriendo
Bajaré a la playa sin decirlo
Levantaré altares en la arena
Juntaré su savia entre mis manos
Y haré un rescoldo con tus sueños
Te los daré luego en silencio,
Para que escribas mil palabras
Y en un instante decisivo
Las lleve el agua a sus entrañas
Traeré también algunas caracolas
Para que su música imprevista
Juegue con sus voces sin decirlo
Y en sus cuencos te lleven a destino
Abortaré tus angustias de algún modo
Inventaré colores nuevos
Será de noche en estos tiempos
Pero, entrarán las luces del estío
Y señorearan por tus ovarios
Como un reflejo del abismo
Traeré tantas cosas de mi viaje
Que inundaré tu vida de repente
Me asustaré de mi locura
Abrazaré tus sueños omitidos
Y dejaré en libertad ya tu sendero
Seremos una excusa ante la vida
Un accidente feliz en primavera
Solo te pido que lo sepas de antemano
Será una travesía muy distinta
Volveré cargado de recuerdos previos
Al llegar dejaré las pruebas a tus pies
Tocaras el horizonte en tu ribera
Sabrás entonces ese día casi todo
No habrá palabras ni otros gestos
Solo puedo prometerte a mi regreso
Una poesía albergada en nuestras vidas
Diciembre 6 de 2012