aspero
como asma
redondeando las estrellas
cama abierta,
se maniata
de un salto
con un grillo
soplandole la nuca.
se despeina
la rebarba
de la noche
con la punta de los dedos,
pellizcando
las comisuras
del ataud
que como guapo compadrito
lo cala de reojo
fumando en las curvas
de sus sienes.