Se oyen gritos en el vecindario
y los vecinos están a la expectativa,
pues un marido descontrolado
golpea a su esposa y a sus hijas.
Las consecuencias de sus actos
fue la disolución de la familia
porque a causa de sus maltratos
alguien perdió la vida.
El valiente y canalla bravucón
descargaba toda su violencia
con la mujer que le daba amor
y también con su descendencia.
Todo esto, amigos, intervino
para que viniera la tristeza
que cruel es el destino
porqué su esposa ya está muerta.
Este flagelo social que nos azota,
digno es de toda repulsión,
genera lágrimas que gota a gota
destruyen almas de buen corazón.
Apreciado amigo y amiga
no seas cómplice silente
si ves que maltratan a la vecina
has la denuncia correspondiente.
Hagamos un alto en el camino
por tantas víctima de la violencia,
seamos ciudadanos más unidos
y actuemos todos a conciencia.
No dejemos que pase lo mismo,
no dejemos que más nadie muera
si eres una de las victimas
¿Por qué callas tanta tragedia?
******