SILENCIOS DEL ALMA
IN MEMORIAN: A MI AMADA MADRE-23-11-2012
El grito silente manando del alma,
Horada entre ciernes de impotencia,
tentando frenar efecto inasible,
rodando pausado, sin pausa las venas,
ansioso en volverse intangible,
al dolor indecible de hiena,
mofándose artero e impasible,
al insomne deseo de llegar a ella.
El grito silente abrevado en el corazón,
surca despavorido ondas crepusculares,
abriéndose paso entre sinuoso viento,
átomos. rayos, barreras astrales,
meciéndolo el eco con sus lamentos,
consumido tiempo, amor a raudales,
alelados se truecan en vivos tormentos,
del anhelo perenne en sentirlos reales .
los tiempos vividos ahora en adviento.
El grito silente en estigma de mi espíritu,
entre alaridos, quebranta su fuerza,
fornido y pasmado pasando sin ritmo,
del dogma de la vida y de la muerte, hiela
insuflando evidencia, la pena que al infinito,,
efervescente llorando su suerte ruega,
sentir el cariño en tiempo dormido,
como veraz en su ser otrora sintiera.
El grito en penumbra, silente en gentío,
alado desgrana latente tormento,
portento silente, querella bramante, albedrío
indolente entre la supremacía. sustento
doloso, arremetiendo sin duelo, y ahíto,
asevera, que la resignación es duelo
en siervo de la ira, postrándose el grito
silente, ante el dolor su feble resuello
herido, del punzante lance del destino.
Ana Arias Saavedra