Estoy atrapada entre la isla de tu ausencia y tu silencio profundo,
sumisa son las voces que me acompañan en el destierro que me
encuentro…
Mis sueños giran alrededor de otros pasos y el frio absoluto despelleja
mi llanto… Vacio tras vacio tienen miles de sabores, y el reemplazo que
les toca, no Los cubre por completo….
Sonoras las almas que vagan sobre los altares de la nada… Mientras
que un desfile de preguntas somnolientas van marchando hacia
el sepulcro que velan sus amargos días…
El polvo ambiguo que percibo sopla desde el fondo de su horizonte,
Y la luz del cielo me topa con despecho, su clima fresco a esfumado,
delirio perturbador y viejas melodías, resuenan y resuenan ya que son
las únicas que han quedado.
Los girasoles marchitados brotan los recuerdos desde sus pétalos
oxidados, ya que el aire que las cubre es árido y mortal… mi vieja isla
esta naufragando en el centro de la realidad...
La soledad esta cantando sutilmente… mientras que el silencio oportuno
lo quiere equilibrar… y ese oxigeno asfixiante se va asomando
poco a poco…
No hay salida esta vez, no habrá salida después, aquí seremos siempre y
por siempre… la eternidad existirá en medio de nuestros deseos de libertad,
no hay dios en nuestro cielo, no hay noche ni día en nuestro espacio...
Apenas nos acompaña un diminuto crepúsculo que sale en descuido solo para
alumbrar un poco a la esperanza perdida… la isla sigue flotando hacia la nada y
los recuerdos siguen a flote contemplando cada espacio que en mi alma habitaba.