LEONARDO HENRRICY

A MI PUEBLO ERRANTE

 

 

 

Me muevo desde la inquietud del mundo

hacia el dolor de mi pueblo

que palpita con un eco de sombras

derramadas por las calles sadientas de luto

y de lágrimas bañadas de ignorancia.

 

Lo siento desde la angustia senil del anciano

hasta el llanto doloroso de un niño perdido

caminando sin rostro

por la senda que dibuja la inconciencia.

 

Lo miro perdido desde el laberinto de flores marchitas

hasta el camino de espinas que surca su anhelo,

diseñando en la espera inútil

su ideal de paloma mansejera sin retorno.

 

Por dónde transita la angustia que busca la fuente

de su cruel empeño?

Por qué se esconden las alondras en sus nidos

sin volar audaces por el lienzo de la comprensión?

 

Se extingue mi pueblo sumido en la tristeza

de voces silentes,

que gritan la pena del águila herido.

 

Pueblo mio que agonizas

desterrado de la luz que alumbra a la esperanza,

glorifica tu estrella junto al cantar de sirenas

que adormecen tu mirada,

y alza tus ansias sobre la constelación que sostiene

tus pasos.

 

Doblega tu mirar de mariposa derrotada

y remonta a las alturas tu vuelo,

junto al águila celeste

con el dulce matiz que te pintan

miríadas de estrellas.

 

      LEO HENRY