Esos ojos profundos y hermosos,
que enmarcan tu cara de DIOSA,
y bañan de luz tu cuerpo preciosa,
es misticismo dormido, ¡reposos!.
Cuando sonríes tu nacarada boca,
expulsa tu felicidad belleza,
es pasión, es amor, naturaleza
que embriaga, lindura que provoca.
Manos suavecitas como la seda,
siento cosquilleos cuando me toca
y que en el cabello se enreda.
Explosión sentimental que trastoca,
angelical criatura, tan real,
portada en elegancia...CELESTIAL.-
Por: Alejando O. de León Soto
Tijuana, BCN., MEXICO, Dic.08/12