Luis Elissamburu

Navidad de 1986.

Largo el camino,

de Galilea a Palestina.

Un viejo carpintero

y las mas bella

vírgen niña.

 

Así también,

mi alma, peregrina.

Trato de encontrar

la Luz de Dios,

como José y María.

 

Una sola Navidad

pude tener esa dicha.

Desde entonces,

una gran oscuridad

signó mi vida.