Desde el principio te confesé mi amor, me ilusionaste con palabras dulces de mujer.
Fui sincero al entregarte el corazón, y sin saber en tu manía de ti me enamore,
Me confundiste con palabras de sirena, y un futuro vi en ti cuando mi amor te entregue.
Y sin saber en la falsía de las palabras tuyas, a mi alma al sufrimiento condene, hoy de esas palabras solo queda tu nombre y no puedo volver a escribir mi poesía porque esa inspiración se plasmo en ese engaño que de tu ser yo recibí.
Que daño pude hacerte con amarte, que daño pude hacerte con entregarte el corazón.
Si no sentías nada porque dejaste que te amara y te adorara para hoy ausentarte de mi vida dejando un vacio en mí ser.
Has despreciado un amor puro, limpio, sincero y verdadero, se que otros ojos hoy te miran, otros corazones hoy te quieren.
Espero que en tu sueño no aparezca como un fantasma para recordarte las palabras que grabaste en mi memoria.
Ya no soy el mismo y he cambiado, me he alejado de ti para olvidarte, pero vuelven esos recuerdos, esos sueños que plasmaste en mi memoria y hoy no se borran, cual tatuaje en el alma se sembraron y me llevan sin querer a recordarte dando un mortal golpe a mi vivir.
No te importa mi sufrir ni mi condena.
No puedo olvidar tus engaños que clavaste en mi alma como clava en una flor una abeja su aguijón.
Pero no puedo mentirte, ni engañarme, ni engañar al mundo, te sigo amando como antes y aun mucho más, te amo en el nacer de un nuevo día, te amo en mis sueños y en mis pensamientos.
Sé que mis penas ni mi sufrir te importan, ni llevas en ti un cargo de conciencia de haber sembrado ilusiones falsas en un corazón que solo supo amarte y respetarte.
Hoy he decidido marcharme de tu vida, de ignorar esos recuerdos que me matan, de olvidar esas palabras de tus labios que solo causan dolor y angustia, pero que va a importarte si no buscas ser amada, solo quieres placer y diversión para eso te sobran seres en el mundo, y en cada momento que crees ser feliz has sembrado un mal recuerdo en tu vida, porque el amor que un día te profesé lo has rechazado por un momento de placer, tu dignidad a terminado y solo buscas diversión para tu carne y en cada diversión que encuentras, en tu alma solo se siembra ese vacío que jamás nadie podrá llenar, porque el hombre que tanto a ti te ama, hoy te dice a dios y para siempre.
Y no vuelvas a buscarme cuando en la vida te canses de todo, porque esas puertas del alma que estaban para ti abiertas, hoy se sierran y se cierran para siempre, donde nunca podras volver a entrar.
Autor: Ronald Tadeo Ramirez Elizalde.