Es frío el embarcadero,
Cala hondo el tiempo,
La brisa me congela la mirada
Y esa barca, se aleja más y más,
Lleva carga que le hace naufragar.
Sabes, ya me pesaban los años
Y en esa nave los tuve que embarcar
En el sur se deben sepultar,
En las gélidas aguas
Donde nadie los quiera rescatar.
Hecho el ancla, ya no quiero navegar
A donde los sueños nunca se hacen realidad.
Con la vida que me queda
Quiero aspirar unas cuantas primaveras,
Y cultivar esas rosas que en tu vera
Serán perfume, y cambiarán esa senda callejera
En el vergel de tu felicidad,
Y de esas rosas en millar
Unas cuantas tomarás para adornar
Mi epitafio en soledad.