Bosque y Cielo
se han sentado a contemplar la Mar
hablaban de ella con desdén
ambos se inventaron alguna
que otra relación
y hasta dijeron guardar algún
que otro recuerdo dado por élla
al favor que le hicieron-las malas
lenguas siempre exísten
aún entre seres extraños.
Y sólo atiné a escuchar
que Bosque le decía:
pues sí que erán de élla,
toda,enteramente toda,
era la maleta de ropa interior
que el pirata Pata de palo
enterró junto a uno de mís árboles.
Cielo no abrió la boca-
estaba rojo de ira...
comenzaron a rodarles grandes
lágrimas de sus azules ojos.