Al espejo miro... mis facciones decaen
en lánguida expresión facial
con los insulsos significados de sociedad...
simetría y color en posición...
¿Seré lo que la pantalla espera hoy?
Desisto y me visto a salir...
¿Qué demonios hago aquí?
Suéter celeste, sin cuello... que lo muestre...
falda jean acomodada... con agrado se da en mi vientre...
botas en tacón de siempre esperada piel marrón
soy yo... honesta en la pista en cornisa...
ingenua... inusual... aún así, el deber a la vista...
laten en mi sangre como en pecho hinchado
los colores del plasma, caen al acantilado...
yo aquí conmigo en besos, “me quieros”...
íntima, en postigo... mi piel he de amar primero
el pulsar más grande y real que albergue,
que el río se lleve lo que en escombro le cuelgue...
si quiero que lo que amo me abrace y me bese...
sin el cenáculo del principio asegurado
nada caerá en su justo lugar esperado...
Ama tu alma... imperfectamente perfecta
desciende en sus cascadas con sus rocas adversas...
irriga tu sino en los tiempos profanos
así el caparazón de seda habrás creado...
Nada más enorme que respirar y lamer
el verdadero placer de apreciar tu ser...
comienza en puntos de íntima entrega
¡y así el latir emanará en tus venas!
Copyright©2012 Rocío Vega-Ponce