Cuando quiere enervarse por tu ausencia
este amor que me quema las entrañas,
aparece el milagro de tus ojos,
encendiéndome hogueras en el alma...
Cuando el dolor de tu desdén me hiere,
y el corazón de pena se desangra,
el torrente de luz de tu sonrisa
le vuelve a dar sentido mi mañana...
Cuando busco escapar de tu recuerdo
tu dulce voz en mi silencio estalla,
y resuena en el fondo de mi olvido
el eco celestial de tu palabra...
Cuando intento borrarte de mi mente,
regresas en la brisa hecha fragancia,
que penetra en mi piel como perfume,
y me hierve en la sangre como lava...
Cuando quiero aceptar que es imposible
desplegar en tu torre mi oriflama,
destellan tus pupilas en mis sueños,
y despierto temblando de esperanza...
Transponiendo el umbral de la locura,
agobiado en la fiebre que me abrasa,
van en pos de la Flor de tu belleza
los últimos jirones de mi alma...