Posees una magia que alumbra mi escenario. Mi escenario sin siquiera reconocerlo. Mi escenario sin siquiera crearlo. Amorosa. Única. Como una única vela de color aparte, muy aparte de velas monocromáticas. Única magia. Tan única que definió mi esencia y mi gusto ¿por siempre? Y es que cualquiera puede darse cuenta. Tal energía tiene la capacidad de matar o revivir a quién quiera que pueda entenderla. Unos te llamaron hada, yo te llamé ángel. Tenia que darte algún nombre. Diosa de mis días o Diosa Lunar. Alguna entidad divina para definirte. Porque se torna inexplicable que de solo mirarte, inundes con picardia mis voladores pensamiento. Ahogas en una lujuria extrañamente no pecadora cada uno de mis deseos. Y hasta ahora, como un interminable ciclo, fluirán los días, Belleza, más seguiré pensándote a pesar que probé tus labios solo una vez. No te tengo definición. Me posees con solo hablarme. Y me enloquece delirar de esta manera tan irracional. Solo puedo decir que eres Belleza, complicada y única.