En mi vieja pantalla
siendo una noche de lluvia,
en una pieza cerrada
apareció para alegría
tu cara como la luna.
Iluminando el sentido
en esta lejana distancia,
la que recorro luego
con infinita constancia.
al mirarla la recuerdo
tan cerca de mi mirada,
cuando juntos ese día
dimos calor a nuestras almas.
Hoy solo te miro
tu cara tras la pantalla,
unos ojos de cariño,
una boca hecha manjar,
donde puedo agregar
mis besos adoloridos
que la distancia los tiene
como cercos del camino.