Tal vez por loco te identifiquen,
pero no es locura, lo que dentro de ti late/
son alegrías; que en tu pecho reverberan,
con tu alma de soñador enamorado.
Cenzontle de de mil cantos, te deberías
llamar/ por ese bello encanto; que con
palabras, tu siempre haz de lograr
y poesía melódica; de tu pluma saldrá.
De nombres te vistes, más tu corazón
nunca podrás cambiar/ ese por el que
todos te conocen y pueden envidiar,
pues de amor y vida está lleno…
Hombre de mil nombres, mañana
como te llamaras ¿cómo? di como,
para poder obsequiar, palabras de sincera
amistad/ que tu mirada emana lealtad.
Hombre alegre, gentil/ vivaz, queriendo
a la mujer siempre regocijar/ con versos
-con flores- con amor del cielo o quizás
del mas allá, un amor infinito/ un amor sin igual.
Musas van y vienen, para letras pintar/
son de tus poesías las leyes, por las
que se regirán/ serán la métrica -el ritmo-
o la sutileza con la que se trasmitirán.
Hombre de mil nombres, este pequeño
homenaje/ hoy os quiero regalar,
porque sus letras; de detalles llenas están
y son de regocijo, para este hermoso portal.