Cinco de la mañana con veinte,
Me rio como loco sin tus brazos,
Otra mañana sin tu beso desperté,
Mucho más triste, en un día menos,
Y el pasado aún sigue conmigo,
Porque siempre fue mucho mejor que el presente,
Y aunque te extrañe tanto este domingo,
Me invente una máscara que hacía parecer más fuerte.
Este Diciembre las naves se cubren
De mi amor y de tu ausencia,
Mientras mi corazón se quema triste,
En el deseo persistente de tu presencia,
Extraño tu voz tímida y frágil,
Pero siempre evocando al cielo en cada sonido,
El día casi llega a su fin,
Solo quisiera sentirte aquí conmigo.
Hoy como cada tarde Salí a buscarte
Cansado del trabajo sediento de tus besos,
De pronto te vi, corrí y parecía llegar a Marte,
Te abrace y te dije, nunca te dejare ir de brazos,
Me amarre a tu cintura y el tiempo se detuvo para mí,
-Disculpe señor, no le conozco, no soy a quien busca,
De pronto sentí morir pensando que esta vida no será lo mismo sin ti,
Y entre tanto frio mi alma cada día solo a ti te espera.