A mis brazos ven
con ansia esperan tu llegada.
La oscuridad de la noche,
luz se volverá en nuestras inquietudes.
Velando nuestros apetitos
salpicados con palabras vaporosas,
nacidas de la intimidadd de neustro cariño.
Soñando instantes de
frenesí.
Felicidad serán nuestras horas,
matizadas con colores,
robados al carmín de las tardes,
cuando radiantes
nos vieron tomados de la mano,
cual dos adolescentes.
Despertaremos de un mundo
maravilloso,
al reflejarse el albor del amanecer,
en el espejo de nuestras
almas.
bambam