Cuando al fin se cansó de decirme que no,
Y sus labios me empezaron a besar.
Fue en aquel bar donde el azar nos juntó
Con quince o veinte copas ya de más.
Acompáñame a ver nacer el amanecer,
Me dijo, caminando hacia el hostal.
Aún no se abrió la puerta hacia el placer
Y mi lengua ya empezaba a naufragar.
Y aunque el amor sin amor es una experiencia vacía,
Fue lo mejor que a los dos nos pudo pasar.
No existen celos ni suegras, tan solo el placer nos cobija,
Y así es tan hermosa la vida que no nos queremos comprar.
Yo no tengo mas verdades que las mentiras q te cuento,
Y yo no uso los complejos de una dama de cristal.
Viviremos de canciones de poemas y de besos,
Con dos polvos y una pipa cada noche al merendar.
La soledad mejora cuando compartimos cama.
Cuando nuestras almas juntas se empiezan a complacer.
Yo jamás la vendería por monedas de plata.
Y ella nunca me ha negado antes del amanecer.
Y aunque el amor sin amor es una experiencia vacía,
Fue lo mejor que a los dos nos pudo pasar.
No existen celos ni suegras, tan solo el placer nos cobija,
Y así es tan hermosa la vida que no nos queremos comprar.