Dios, llévame. Ya no quiero tormentos.
Llévame lejos, a no volver,
a olvidar el martirio, y esos fragmentos
de mi vida que me hacen enloquecer.
Llévame adonde tú, con los ángeles.
Llévame al cielo, a volar,
a olvidar el martirio y los fragmentos
de mi vida que me hacen enloquecer.
Llévame al país de la Luna,
con ella bailaré un vals.
O llévame y vayamos a dar un paseo,
Bajo las estrellas, a caminar sobre el mar.
O no importa a hacer qué, pero llévame,
que hay fragmentos de mi vida que me hacen enloquecer,
y no los quiero vivir más.