Mi padre un día decidió irse temprano
Guardó la ropa y se metió en el silencio final
No tuvo tiempo de decirnos tantas cosas
Solo quedó nuestra imaginación como recurso
Después
Su recuerdo, nuestros días y su ausencia
Armaron el largo duelo
Hoy a más de treinta años de esa época lo evoco
Con cariño, con sonrisas, suaves sonrisas
Aun recuerdo el vozarrón entrando
La boina dejada en una silla
Y la faja negra, la de toda una vida
Tus ojos claros y tus cejas muy tupidas
Tu mirada fuerte y sin maldades
El saber ya tu destino
Te hacían simple y compañero
Hoy a más de treinta años de esa época te evoco
Casi a tu edad aun recuerdo
Gallego viejo, grandote y tierno
Tu hijo dice amigo
Gracias por venirte ahora
Son tus manos inmensas las que hoy siento
Apoyadas en mi alma
Si estas vos, el resto lo puedo
Dame un poco de tu fuerza
Dame, que aun te quiero