No lograron conocerte.
Déjame recordarte
como eras
aunque la tierra
cubra tus despojos,
dejaré caer igual
a cataratas
todas las lágrimas,
que broten de mis ojos.
Déjame pensar
en tus sonrisas,
capullos que no abrían
por timidez,
déjame recordar
fuertes abrazos,
de tu amor
una roca en solidez.
Déjame recordarte
corazón valiente,
como el niño introvertido
de ternuras lleno,
como el hombre
que enfrentó su suerte,
pero muchos
no lograron conocerte.
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.