"La matemática no es que sea mi fuerte,/ pero 12 más 12 más 12 es fácil saber cuánto es,/ sin embargo si morirme hoy es mi suerte,/ nunca haré esa suma tal vez".
A las 12 del día 12, del mes 12 de dos mil doce,
o a cualquier hora tal vez se produzca un roce
de tu pensamiento en mí y obvio que en ti el mío.
A la misma hora, mismo día, mismo mes, igual año,
sucederá en el mundo algo insólito, muy extraño
y sabremos que se convirtió en océano un río.
Roncará la gente y no dormida sino ya despierta,
se inventará una llave para abrir una puerta abierta
y alguien dirá que la luna es el sol con un disfraz.
Los números dejarán de pronto de ser infinitos,
el lobo del cuento se comerá a los tres cerditos
y en una subasta ya nada recibirá el que pague más.
A las 12 del día 12, del mismo año y mismo mes,
pasarán un capítulo de “El Zorro” por enésima vez
pero en esta ocasión ya yo no lo estaré viendo...
Sé que todos me mirarán atónitos, sorprendidos,
se acercarán a ver si acaso no están confundidos
y aquel Álvaro que era, ya no lo sigo siendo.
A las 12 del día 12, ay... ya no lo quiero decir,
me fastidia en cada verso tener que repetir
lo que ya todos se saben hasta de memoria.
Esperamos sucesos grandes y son sólo embarques
pero aquí tienen a este mortal, Álvaro Márquez
que les dice lo que piensa de esta historia.
El día tendrá seguramente unas horas menos,
las mujeres ya no desearán operarse sus senos
ni los hombres van a querer alargarse aquéllo.
Las paredes que nunca hablan, ese día hablarán,
los espejos siempre sinceros, ahora todos mentirán
y a mí que soy feo me dirán que estoy muy bello.
Las hebillas de las correas irán todas por detrás,
en las casas ya ningún marido será el mandamás
y ese día y a esa hora, no habrá cadena del gobierno.
Los políticos no son tontos, aunque lo parecen,
pero saben que si casualmente ese día fallecen
todos sin dudas irán a parar al mismo infierno.
A veces uno piensa en ese viaje sin regreso,
pero no hace falta que sea 12 del 12 para eso,
porque uno puede morirse en cualquier instante.
Recordé otra anomalía que tendrá el día aquél
y es que oiremos una ranchera cantada por Gardel
y un tango interpretado por Pedro Infante.
De los perros vamos a escuchar sólo maullidos
y de todos los gatos obviamente sólo ladridos
y alguien descubrirá que Superman sí existe.
Te llamaré muy ansioso para saber algo de ti,
tú con tranquilidad dirás que te olvidaste de mí
y aunque no lo creas, no me sentiré triste.
Si hoy 12 del mes 12 del año 2012 nada pasa,
pero tú te quedaste bien escondido en tu casa,
tendrás una excusa para tu ausencia muy obvia,
pero como aquí todos tenemos una visión crítica,
oculta tu miedo y culpa de todo a la política
o en última instancia, a la mamá de tu novia.
Yo saldré como siempre a lo mío, a trabajar
y si algo extraño de verdad nos va a pasar
sólo espero que Dios tenga extendido su brazo.
Si un diluvio como el de Noé vuelve a caer,
que alguien el 12, del mes 12 me quiera vender
...un paraguas, por si acaso.