Jaime Lombardi
Entre otros
Santo,
ciego que anda de manos,
pare el cielo en el bochorno
de tu dependencia anacrónica
del infierno.
Asceta,
mentiroso,
orgulloso prematuro
de dos días de hambre
del lucimiento de huesos y carne.
Juez hipócrita,
cofias de poder
malabarista sin equillibrio
buscando el milagro
con el paso ligero postergado
al muladar glorioso,
con ojos de verano
siembras el paraíso de las moscas,
las alas vividoras
y serpientes de muecas toscas.
Impío,
saliva sobrante
tormenta violenta
que se traga el fraude.
Inframundo soez,
vestido de piel otoñal,
la derrota tiene una corona que brilla
a los ojos del topo
cuando eres avestruz.