Veo tus ojos atenuantes,
los que tildan la belleza de tu faz.
De pronto todo se torna oscuro,
un frio abrumador sacude mis sentidos.
Busco la salida y no la encuentro;
encierrome en un laberinto de miedos
y de dudas al no poder de esta prision escapar.
Mientras la neblina que me abraza eriza mi piel,
grito, corro, huyo sin poder encontrar
donde esconderme de esta soledad.
Miro al cielo y nubes negras lo matizan
y desarmo mis ultimas esperanzas
para salir de este lugar,
arrancando de mi pecho el corazon.
Aaaaaa....
Grito asustado, sentado sobre la cama,
el alivio de mi ser es tenerte a mi lado
y no encontrarme más en esa irrealidad.