Sin miedo, sin raíz, sin tiempo
ni sustento;
sin llama, sin vida, sin fuego
ni condimento;
sin materia, sin física, sin cuerpo
ni aposento;
sin esencia, sin espíritu, sin suelo
ni conocimiento;
sin pena, sin alegría, sin sentimiento
ni convencimiento;
sin fuerzas, sin días, sin incremento
ni fundamento.
Solo es tu amor, con nada de aquello;
esa es mi razón y por eso te quiero.