Crecieron las palabras al oido y los caracoles danzaron la fiesta del amor hasta cuando aparecio la guerra. No tuvieron tiempo de esconderse en sus caparazones, ahora estan volando en sangres en el aire.
La tierra escondio sus semillas por temor a que nacieran. Ahora solo se ven cazadores con cabezas grandes y alas negras respirando fuego y un tiempo complice calcinando vidas bajo el sol.
Los que ya no estan permanece en el silencio de la muerte y los que aun viven creen que estarlo es un sueño.
Los caracoles han muerto y con ellos ha muerto el mar con sus olas y los vientos son polvoras negras con olor a muerte. Los dias se han vuelto imperativos transformados en temores; la calma no llega, solo alla donde el dolor oprime la esperanza de vida se ven los caracoles flotando en la roja sangre muy despacio para que otros ojos no olvidemos la tragedia de la guerra.