Tus cabellos poco a poco se desanudan, entre quejidos y bruma
que durante un año entero circundan… y en él se van amarrando,
y dejando espacios de vértigo y silencio entre vidas en su cansancio.
Mes de diciembre en cada tirón del peine, un nudo desato…
con dolor en el acto, pero con placer en su quehacer…
ligero se va sintiendo un corazón limpio y tierno.
Tus cabellos brillando ya están, esperando la señal,
del momento justo e indicado, la llegada del Niño amado,
y con él, el regocijo de todos…sí, será hermoso de algún modo…
Tus cabellos se ensortijarán y se tejerán en el venidero,
pido al Dios de los cielos que Él, en su forma de Niño
venga siempre y nos permita que entre sus enredos Él exista…
Que en cada tejido exista la paz y el olvido…
que de llegar la maldad, Él nos sepa resguardar
y que en sus desenredos siempre esté Él de primero.