I
De la ciudad
no puedo decir nada
porque llegué dormida
como quien llega al mar
a no pensar.
II
Vivir en la ciudad
es como un sueño largo
uno no sabe nunca
cuándo va a bostezar
y empieza el despertar.
III
La ciudad
es una vaca echada
nadie la vio pasar
pero llegaron a sus ubres
a aprender a mamar.
IV
De la ciudad
no amo a los que dicen
que quieren regresar
la ciudad se hizo para hablar
el mar para callar.
V
La ciudad
tiene el alma de todos
en un hilo invisible
que estrangula las ganas
de llorar.
VI
En la ciudad sólo viven
los que tienen valor
para no regresar
a morderse los sueños
en el mar.
Silvia Tomasa Rivera