Son tantas las palabras envueltas en silencios. . . ,
entre papeles torcidos son pedazos de desvelos
en su memoria son ecos feneciendo en el tiempo...,
un
pedazo
de
sueño
acabando desnudo en la realidad
adherido
al grito
desahuciado
en pliegues
objetos
de in-felicidad;
en la subjetiva forma
de permanecer
adherido
al cielo
atrapado en lágrimas metálicas del aluminio
azotando heridas
del techo asediado por cuervos
llorando noches insertas en venas quebrajas
¡al sentirte cerca cuando más te alejas!
luz te alejas,
[Sinécdoque de un sol apagándose con el tiempo] entre
burbujas
atrapando
el oxigeno
muerto
cuando más se pierde la respiración apretada en el pecho,
por no permanecer en la muerte; angustia
en
volar
y
quedando atrapado en el vacío
de palabras vacías... ,
sintiendo atar la soga de entre mis pies inválidos
enterrados en el vuelo del viento sin sus alas
en la caída perenne de sentir la vida sin sentirla,
viviendo, sintiendo, mirando y muriendo
la muerte de quien muere existiendo
dentro del péndulo vocal
en movimiento
de un corazón invadido
por la invasión
de la hemorragia de palabras
dichas;
desgarradas en costillas quebradas
como lamentos que no terminan;
volando
en
la
caída,
amnesia
del
vuelo,
dentro del límite de la muerte, sin saber
cuando ha muerto la inercia de la vida...
Jhoel Pharra...
Ciudad Gris...
14, Diciembre.