¿Cómo decirte que te extraño cuando las palabras no alcanzan?
¿Cómo mirarte a los ojos cuando se me escapa tu mirada?
¿Cómo poder abrazarte cuando tu cuerpo es un recuerdo que no olvido?
¿Cómo sentir tu piel cuando no siento ni el aire que respiro?
Ven y hazme el amor una vez más,
desnuda mi alma, acaríciame con tu mirada.
Ámame sin palabras, siénteme sin rozarme,
escapa de mis sueños y bésame sin temor.
Enséñame a olvidarte, por favor,
enséñame a mirar atrás y sonreír.
Si entendieras que esto no es tan fácil,
si escucharas el llanto de mi corazón roto.
¿Cómo olvidar el recuerdo que acompaña a mi soledad?
¿Cómo secar las lágrimas de un manantial que lastima?
¿Cómo ponerme de pie cuando mis fuerzas me abandonan?
¿Cómo mirar el sol si su luz se esconde entre tu sombra?
Ven y hazme el amor una vez más,
susurra a mis oídos que extrañan tu presencia.
Toma mis manos y llévame al cielo,
y déjame ahí para contemplarlo.
Si pudieras sentarte a mi lado sin decir nada,
si intentaras tomar mis frías manos,
si escucharas cada lágrima al nacer en mis ojos,
tal vez así entenderías este amor que desespera
y que desgarra mi piel desde adentro.
Tal vez así hoy llorarías conmigo,
acompañando mis penas por un instante.
Ven y hazme el amor una vez más,
desnuda mis sueños y mi sonrisa,
descontrola mi respiración y mis suspiros.
Devuélveme el amor que te llevaste
y luego marcha que ya bastante sufro con tu recuerdo.
Lemos Maximiliano Daniel