El reloj con su tic tac no se detiene,
marcando las horas lentamente,
tardadas,...cuando estás ausente,
y rápidas...cuando no conviene.
Esta soledad es asfixiante,
el no saber de tí es agonía,
necesito de siempre tu compañía,
¡no me dejes solo y vacilante!.
Te necesito es la sentencia final,
quererte...no me pasa inadvertida
saber que para toda la vida.
Solo necesitamos lo esencial,
comprender que es bien habida
nuestra comunión con DIOS ¡total!.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN, MEXICO, Dic.14/12