marco augusto

Ser o no ser

 

Ser o no ser

 

Vivir, ¿Para qué?

Esa es la pregunta,

¡ser o no ser!.

Si existe una sola

e indiscutible repuesta,

por favor,

especifíquemela usted.

Porque no le encuentro sentido,

existir entre inacabables

dolores de parto,

tan sólo por vivir

y si blasfemo,

ya estoy cancelando mi gran culpa,

por blasfemar.

 

Me tomo el atrevimiento de evocarles el extraordinario poema de,Shakespeare ¡Ser o no ser!

 

Hamlet:   ¡Ser, o no ser, es la cuestión!

 ¿Qué debe

más dignamente optar el alma noble

entre sufrir de la fortuna impía

el porfiador rigor, o rebelarse

contra un mar de desdichas, y afrontándolo

desaparecer con ellas?

Morir, dormir, no despertar más nunca,

poder decir todo acabó; en un sueño

sepultar para siempre los dolores

del corazón, los mil y mil quebrantos

que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara

concluir así! Morir... quedar dormidos...

Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo

que detiene al mejor. Cuando del mundo

no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños

vendrán en ese sueño de la muerte!

Eso es, eso es lo que hace el infortunio

planta de larga vida. ¿Quién querría

sufrir del tiempo el implacable azote,

del fuerte la injusticia, del soberbio

el áspero desdén, las amarguras

del amor despreciado, las demoras

de la ley, del empleado la insolencia,

la hostilidad que los mezquinos juran

al mérito pacífico, pudiendo

de tanto mal librarse él mismo, alzando

una punta de acero? ¿quién querría

seguir cargando en la cansada vida

su fardo abrumador?... Pero hay espanto

¡allá del otro lado de la tumba!

La muerte, aquel país que todavía

está por descubrirse,

país de cuya lóbrega frontera

ningún viajero regresó, perturba

la voluntad, y a todos nos decide

a soportar los males que sabemos

más bien que ir a buscar lo que ignoramos.

Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos

haces unos cobardes, y la ardiente

resolución original decae

al pálido mirar del pensamiento.

Así también enérgicas empresas,

de trascendencia inmensa, a esa mirada

torcieron rumbo, y sin acción murieron.