Nadie

Enfermo

Estoy enfermo y no quiero contagiarte

 

¿Por qué?

porque la savia de tu elixir poco duro
porque los difuntos se impacientan
de la demora de los voraces gusanos
porque el primero en abandonarme he sido yo
(¿Quién es Judas a mi lado?)
porque soy la bilis del pandemonio,
una negra peste sin ratas pero ecos
de lágrimas rojas
porque una sombra es patética si trata de tocarse,
de hablar

Auxilio digo, pero para qué,
por la cruz voluntaria,
esa que va tatuada en el corazón, abogo
(placer macabro)

No quiero contagiar(te)los...

Y no me repliques
"ayuda pide", "te llevare en mis brazos",
No

con suficiente tierra ya te has manchado,
el silencio es mejor,
tuyo, mío
el silencio de dias, semanas
años.
Ese silencio sabor a desgaste,
a olvido

a muerte.