Con la vida pensándonos en los talones
ejercemos motrices por el subsuelo,
descamisados, posos de negociables ideas,
detritos sobre los que encaramar púlpitos,
habitamos una espiral quebrada, exhausta,
y un núcleo vetusto, recién revelado.
Alguien encarama sus uñas coléricas
y vacía el ojo reseco del anciano;
el tiempo dicta la sentencia indefectible.
(kabalcanty. 2012)
(Lienzo de Abrandao Brandao)