No me planteo si debo enamorarme
ni tampoco si serás por mi poseida
no me importa ante ti arrodillarme
quiero más que nada justificar la vida
No quiero ni imagen sagrada ni siquiera un amuleto
las paredes desnudas las quiero solo con un espejo
quiero que lo nuestro sea para todos un secreto
y que nuestro único testigo sea un fiel reflejo
¿Como fue el primer beso?
¿Como fue la primera caricia?
¿Y como fue el primer desdén?
Fue sentirme dulcemente preso
fue el goce virginal de la impericia
al subirme a esa anárquico tren