LA BRUJA
Siempre a mi lado merodea invisible
Un fantasma apenas perceptible
Solo por mi conciencia alucinada.
Aparece, me ve, no dice nada,
Navega en mi nostalgia y en silencio
Alejase sin darme ni un desprecio.
Regresa siempre porque es su rutina
En su extraña sonrisa giocondina
Gustar de la tortura con que agrede
Insidiosa, maléfica y aleve.
Nunca me deja en paz y a mi alma estruja
Otra vez esta infame y mala bruja
Que no se va del todo y que no puede
Quedarse en mí porque emprendió otra ruta