Aun el embotado arrebol de tu amor se puede oler
Ya no ahonda mi brisa por tu acre sendero aterido
Alarido ya es mi grácil voz y atrofiado esta el corazón
Esbozo esta misma tarde la piedad fane que tendre por ti
Soslayandote moriré de pie y con las estrellas sere perennidad
Como yo me perdi tu volveras a caer al abismo
Y en mi lecho clamare amanceres a lado de tu gélido abrazo
Todo estuvo puesto para que tu pudieses amarme e hiriéndome con
El arco de plata que usaste, dejaste mi alma inmarcesible y hoy
Pugnan belicos entre si tu orto y mi luna oscura.
NINFA.