Basto una noche
sencilla y fresca
con solo una mirada
nos regalo la fiesta.
Bajo las luces de la discoteca
entre el baile y las botellas
con la sensualidad entre las piernas
rozabas también mis mejillas
al son que tu querías.
Me susurraste al oído
cuanto te habia gustado
estar en ese momento
compartiendo a mi lado.
Entre el arte de danzar
bajaste a mi espalda
y con tus dedos al tocar
sentiste las ganas de cantar.
Al final de la velada
con solo un vallenato
mi cuerpo realmente tocaste
dijiste que era tu acordeón
porque sentías la canción
de un gran amor que nacia
y que sentias con infinita pasión.