Donde está la confesión subyugante
que haría dichosa mi estadía?
Acaso allá muy profunda
que no se atreve a asomarse,
saltando entre los ventrículos
y pretendiendo suicidarse
entre el caudal de una sangre
que sufre de ebullición?
Donde está esa palabra
que ya no oculte verdades,
se ha atorado en la garganta,
la has hecho prisionera
en la funda de tu almohada,
y solo la dejas libre
bajo tus límpidas sábanas?
Déjala que vuele libre,
Que navegue a mar abierto
y que no le tema nunca
a sus aguas encrepadas.
"Te amo", cinco letras
que podrían cambiar mi mundo.