Tus muelles secretos
Cada quién amarra su pena
al muelle secreto que quiera.
Yo prefiero el que guarda las huellas
de tu cuerpo mojado
y tu voz de sirena.
De tu aroma de mar
y tu espuma viajera
Y allí,
anclado en tus ojos,
reviso mi tiempo vivido,
rescato el azul,
la pasión,
el otoño.
Y despierto los ecos dormidos
de canciones que vienen de lejos,
embriagadas de noche,
de amores perdidos,
de ilusiones y espejos.
Y mientras tanto voy
suprimiendo voces,
apagando sonidos,
clausurando nombres,
y enterrando olvidos...
Ricardo Ayestarán
Montevideo, enero 2012