La hierba baila
bajo el horizonte enlutado
afuera de una casa
pintada de aflicción.
Entremos,
viajemos hasta el cuarto
y así veran el triste puerto
donde su amor zarpó.
Amor a la deriva,
Mi cama flota
sobre un mar
de recuerdos
en medio de cuatro
paredes de aflicción.
Sobre la cama
yace muerta
tu ropa mojada.
Tu sinceridad
es verdugo
de nuestra relación.
No se sorprendan
si abren esta puerta.
El que se ahoga
a fuego lento
en aquella esquina...
...
El de la pluma,
soy
yo.