DUALIDADES DE UNA DESPEDIDA
Como no puedo pensar en el día sin la noche,
en el andén de mi vida, no puedo evitar llorar tu partida,
mientras mi alma, eleva una sonrisa ilusionada.
Luego regresaré a casa, cantando con graves sonidos,
las suaves notas que la partitura indica.
Y así cantando, ahogaré mi llanto.
Me pregunto: ¿Qué magistral hacedor dispuso,
que lo amargo se convierta en dulce,
y la felicidad en dolor?
Como el vino que entibia el alma,
mas en exceso obnubila la mente.
Dónde está aquel que creó al ave,
que alegra con sus trinos,
mientras deja sin granos la mazorca?
¿A la leona, que amorosa amamanta;
mientras la fiera acecha?
Seguro que es el mismo, que creó,
el día y la noche; separados ,diferentes,
aunque siempre unidos.
El bien y el mal, en el soldado que sale a matar,
y tiembla de amor al recordar a sus hijos.
El amor y el odio en el amante despechado.
La dualidad del Universo,
infinito y finito en su grandeza.
Presente en toda la existencia,
hasta el final o el principio,
La vida y la muerte, tan distintas
pero siempre unidas.